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domingo, 13 de febrero de 2011

EL MAS DULCE RECUERDO DE MI INFANCIA

EL MÁS DUCE RECUERDO DE MI INFANCIA

de Carmelo Amaro Carrion, el jueves, 20 de enero de 2011 a las 21:29
Solo tenía diez años de edad. Después de hacer las tareas de la escuela, por las tardes ayudaba a mi madre, con los mandados.
Una tarde me envía al mercado de Don Adid, para comprar manteca, azúcar y una botella de aceite comestible. Con una bolsa tejida y el dinero suficiente, partí hacia el almacén.
De regreso a mi casa, caminaba por la vereda solo con mis pensamientos, cuando un golpe sonoro, estremeció mi cuerpo. El aceite se derramaba, la botella había chocado con un escalón de la vereda en desnivel. ¡Qué susto!  Estaba angustiado. Temblaba. En el momento pensé, mi madre me reprenderá.
¿Cómo explicar el accidente? ¿Cómo decirle que no me descuidé por jugar?
Con una marcha lenta y taciturna encaminé mis pasos. De pronto, una idea se presentó. Rápidamente volví al almacén, con audacia pedí otra botella de un aceite. Aunque había un letrero que decía ¡NO SE FÍA! igual lo lintenté.
El señor Adid, enterado del problema accedió y dijo:
-- Debes pagarlo la próxima vez que vuelvas
Superado el problema alegremente partí a mi casa esta vez con más cuidado, llevaba la bolsa colgada de mi hombro. Guardé el secreto y no dije nada de la desventura. Esa noche no pude dormir, había solucionado un problema pero tenía otro mucho más serio. Cada vez que compraba el propietario me reclamaba el pago .
Días angustiosos, pensaba que tal vez terminaría de manera trágica. La palabra "deuda" se me presentaba sin cesar. Quizás había procedido mal. Los reclamos eran más insistentes. Debía pagar pronto o de lo contrario reclamaría a mi padre, quien era muy severo.
Un buen día tomé la primera comunión, a la tarde la confirmación. Mi padrino Antonio me entregó su regalo. Enmudecido por lo que veían mis ojos, ni siquiera se lo agadecí. ¡Qué sorpresa!  ¡Un billete de cinco  pesos!
Partí rápidamente, vestido con mi ropa de comunión, creo que de un salto llegué al almacén que se encontraba como a diez cuadras. Pagué la deuda y regresé a casa cantando y saltando. libre del tétrico pesar.
¡Qué regalo, el mejor recuerdo de mi infancia!  Pero, ¿qué le diría a mis padres, cuando me preguntaran; ¿Qué te regaló tu padrino?
Autor: Carmelo Amaro Carrion

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UN NIÑO INÚTILMENTE CUENTA LAS ESTRELLAS EN EL BALCÓN VECINO (situación)

de Carmelo Amaro Carrion, el Domingo, 13 de febrero de 2011 a las 12:04

Un niño en el balcón vecino cuenta las estrellas que, brillan como lentejuelas en la plenitud de la noche. Por cada una que suma, dobla los dedos de su blanca mano. Se inclina repetidas veces sobre un cantero y arranca un pétalo de las margaritas cada vez que obtiene un puño cerrado.
Con el rostro sereno y alegre sonrisa continúa el juego de fantasía. como si  contara piedras en una playa.
La pálida luz de la redonda luna ilumina los contornos de las flores heridas. De pronto se detiene, fija su vista en las piezas  deshojadas. El rostro infantil se mezcla con la inmensa tristeza de su mirada. El bullanguero, tan insoportable en otras  veces, tiene los ojos llenos de lágrimas. Estupefacto no puede continuar. Levanta del suelo los rugosos pétalos y con mucho cuidado los extiende entre las hojas de un libro.
En lo que antes constituía su plan, comienza a contar las estrellas por cada hoja del libro.


Nota: Una   situación está desarrollada de una manera muy especial. Tiene inicio, la introducción luego el nudo pero lo más impactante no tiene el tercer punto que es el desenlace. Este tipo de redacción no es un RELATO PURO , puesto que no hay argumento, sino aliento vital. El escritor al relatar va descrikbieno de modo que parece que estaría viviendo lo descripto. En vez de referirse a algo estático como puede ser un paisaje se habla de algo dinámico, con cierta acción, solo el tiempo es estático.Ya que la acción transcurre en un momento determinado sin un antes ni un después. Es como una esscena o secuencia. Por lo tanto se tiene en cuenta  que se incluyen imaginaciones sensoriales, recursos o estados afectivos ligados al hecho o situación.